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8 de noviembre de 2015

La red que nos sostiene. Urdimbre afectiva







De vivos y  muertos,  presentes y ausentes,  lejanos y próximos...       

¡De seres queridos!





Llevo un par de meses con el propósito de escribir esta página después de que el pasado verano  falleciesen tres miembros de mi familia, representantes de tres generaciones: una hermana de mi madre, la queridísima tía Rosa de quien, además de otras muchas cosas entrañables, aprendimos ricas recetas, un primo, Juan Manuel, profesional de la enseñanza, persona paciente y discreta, y la hija de un primo, Merceditas, todo juventud, simpatía y belleza. Añadido a las pérdidas familiares, supe también del fallecimiento de una íntima amiga, Carmen, con la que compartí agradables tiempos de juventud en Ferrol y Madrid. Esto me llevo  a  valorar, una vez más,  lo que representa el apoyo y afecto prodigado por los que todavía permanecen en nuestro entorno, intentando paliar y compensar, en la medida de lo posible,  el vacío dejado por los que ya se han ido para siempre.

La RED que nos sostiene está formada por los amores, afectos, ternura, abrazos, atenciones, gestos y palabras amables..., que nos prodigan familiares, amigos, compañeros, vecinos, conocidos..., sirviéndonos de soporte en la vida y de ayuda para mantenernos a salvo ante los vaivenes emocionales, provocados por la tristeza y el dolor, que amenazan nuestra estabilidad, en mayor o menor grado, cuando sufrimos la pérdida de seres queridos.

Con motivo de la festividad de Difuntos, celebrada días pasados, estuve un par de tardes sumida en recuerdos, repasando fotos familiares, huella y testimonio de días felices, compartidos con abuelos, padres, tíos, primos..., reviviendo acontecimientos y relaciones que conformaron mi personalidad infantil y juvenil, que la llenaron de amor, de afecto, de ternura, de alegría, de valores morales y de solidaridad, fruto del hábito de compartir y de primar el grupo sobre lo individual. Mi vida quedó marcada, favorablemente, con estas primeras experiencias. Por suerte vivíamos varios familiares, tíos y primos, en edificios y pisos contiguos, compartiendo todos, casi a diario,  el amplio espacio y acogida de la casa de mis abuelos maternos. Ellos tuvieron doce hijos, seis chicos y seis chicas, entre ellas mi madre. Todos se llevaban bien y el círculo se ampliaba incluso con vecinos y amistades, participantes entusiastas de nuestras fiestas y reuniones familiares.

Entre las fotos, encontré también la de mis compañeros de colegio. Mi primera  experiencia con las letras y los números fue un acontecimiento extraordinario, alegre, entre muchos niños y niñas (iba a un colegio mixto), de los que aún conservo excelentes amistades y recuerdos.  Igualmente mantengo amistad, aunque nos veamos poco, con compañeras de estudios secundarios y también de las que lo fueron en la universidad compostelana.  

Mis experiencias laboral y profesional, desarrolladas en varias empresas y entidades, así como en diversas ciudades, me brindaron oportunidad de conocer y tratar a personas estupendas, algunas de otros países y continentes, de las que  aprendí mucho,  ampliando mi visión del mundo y de las cosas. Siento que de muchas de ellas he perdido el contacto. Ahora, gracias a Internet, RED DIGITAL, sus hilos invisibles nos permiten salvar distancias, incluso continentales, en las relaciones de amistad o familiares, a la vez que nos ayuda a conservar afectos e intercambio. Internet me permitió recuperar amistades de hace más de 35 años, como por ejemplo varias compañeras que participaron conmigo en un Fulbright, Program  procedentes de diferentes continentes,  y que conocí  en Estados Unidos.



URDIMBRE y TRAMA AFECTIVAS.



Toda la red de relaciones que establecimos, y seguimos estableciendo, a lo largo de la vida, han conformado nuestra personalidad y nuestro mundo interior. Todos los que han pasado por ella, familia, profesores, amigos, compañeros, vecinos, conocidos, desconocidos con los que nos cruzamos, al viajar y transitar por distintos lugares, nuestros coetáneos y contemporáneos, unos con más intensidad que otros, todos han dejado una impronta, una huella, una idea, un sentimiento, una emoción, un color, una motivación, un ideal... Con todo ese material de relaciones hemos fabricado, sobre nuestra elemental y primitiva URDIMBRE la TRAMA de nuestros sueños y nuestras metas. Son muchas las personas que  han contribuido a nuestros éxitos y sostenimiento.


El tejido que caracteriza nuestra vida, se apoya en esa UMDIMBRE (hilos longitudinales sobre los que se tensa y estructura el telar) básica, proveniente de la herencia familiar  y del aporte de los grupos esenciales de socialización. Sobre ella se han entrecruzado los hilos de la TRAMA, dando lugar al tejido definitivo y personal, al que contribuyen todas los demás grupos y relaciones mantenidas a lo largo de nuestra experiencia vital, aportando textura, color, calidad y los matices que nos distinguen.


Cuando en la urdimbre se producen pérdidas, vacíos, huecos, rasguños, deterioros,  hace falta reforzar, reparar  y unir, los hilos que quedan, para seguir tensando la base del telar y que nuestro particular y personal tejido no se pierda por falta de restauración: es necesario  amor, afecto, apoyo...¡refuerzo!



Esto que vale para la vida particular e individual, vale también para la vida familiar y de grupos de relación. Donde haya pérdidas, haya refuerzo. Donde haya soledad y vacío, haya amor, ternura, compañía, solidaridad.



*   *   *


36 comentarios:

Genín dijo...

Si, muy acertada tu entrada, ya nos tienes acostumbrados a ello, además describes con mucho tacto y elegancia sobre situaciones por las que muchos, si no todos, hemos pasado, lamentablemente la muerte no respeta a nadie, y sobre todo los que ya hemos cumplido un montón de años y seguimos de pie, no hemos tenido mas remedio que ver el fallecimiento de tanta gente de nuestro entorno y otros que por ser famosos también nos hemos enterado, a veces también estos últimos nos ha provocado dolor su desaparición aunque no fueran de nuestro entorno familiar o de amigos.
Querida Chela, que nos sigamos leyendo muchos años mas y con una razonable buena salud.
Besos y salud

Chela dijo...

Genín:
Querido amigo, siempre tan diligente en leer mis posts y dejarme un comentario. Me alegra mucho y, como tu dices, ojalá sigamos mucho tiempo manejando los hilos invisibles que nos facilita Internet para mantener el "tejido" de afecto y amistad que nos prodigamos y que nos ayuda en esta etapa de la vida.

Después de los acontecimientos tristes de este verano,iniciaron para mí, hasta esta semana, una serie de pruebas y diagnósticos clínicos, que por el momento me aplazan el quirófano seis meses hasta ver como me resulta un fuerte tratamiento alterntivo. A tí te ha sonado la alarma en el corazón, a mi en el cerebro. Pero bueno, brindemos por este año y los que Dios nos quiera conceder. Mi misión esta cumplida, ahora cada día que pasa supone un regalo e intento disfrutarlo y compartirlo.
Un abrazo.

Marcos dijo...

Precioso como lo expresas, esa urdimbre intangible es nuestro mas seguro sostén, y de por sí justifica la vida. La muerte es parte de ella, y también sirve para reforzar la trama, pero todo ello necesita solo de un alimentos, nuestro propio amor.

Elena dijo...

Me encanta Chela, gracias por la mención a mi madre, tú sí que nos haces un regalo con tus palabras...te queremos !!! Un beso

Francisco Espada dijo...

No somos seres aislado y no encontramos la felicidad en el aislamiento, sino en el reconocimiento íntimo de una familia; ahí es donde se revela nuestro verdadero ser y encontramos sentido a las grandes preguntas: ¿quién soy?, ¿de dónde vengo? y ¿adónde voy?

Besos.

CHARO dijo...

Que entrada tan entrañable Chela. Siento mucho tu pérdida, es una pena que a medida que pasa el tiempo se vayan quedando en el camino esas personas queridas, ahora tan recordadas. Tengo también una extensa famila aunque no tanto cómo la tuya ( mi madre fueron 11 hermanos y mi padre 5 y yo que somos 4 hemanos)ya no me queda ningún tío carnal y también van desapareciendo primos e hijos de primos, también amigas pero luego ves cómo va naciendo la nueva generación (mis nietas) y eso, aunque no te hace olvidar a los ausentes, compensa.Besicos

Chela dijo...

Marcos:
Tienes razón que la vida y la muerte son inseparables y lo importante es compartirla mediante el amor y el afecto, con familiares y amigos. Un abrazo.

Elena:
Desde luego que tu madre era encantadora y aunque la perdimos hemos tenido la SUERTE de haberla disfrutado y compartido muchos años. Nunca vamos a olvidar las reuniones familiares y su carácter acogedor y amable, como también tenía tu padre. Cuando alguien muere con avanzada edad, como ella, y siendo una persona tan estupenda, no cabe más que dar las gracias por el don de la vida que nos ha regalado. Besos.

Francisco:
Opino como tú, que la familia es lo mejor que tenemos y donde encontramos respuesta a nuestras más vitales inquietudes. Sea la vida más corta o más larga, recorramos los caminos que recorramos buscando un sin fin de cosas, al final, es el retorno a los orígenes, a la familia, el que nos da la clave y justificación de nuestra existencia. Un abrazo.

Charo:
Tener descendencia es un gran tesoro que yo no poseo. Los hijos y los nietos te obligan a vivir y mirar el futuro, su futuro, compensando y nivelando el propio, que como personas mayores nos corresponde, un futuro mucho más breve y con menos horizonte. El intercambio generacional es una riqueza, un bien para todas las partes. Donde hay varios, las penas se reparten y las alegrías se multiplican. Sigue disfrutando de tus nietos. Besos.

Ligia dijo...

Qué bonitas tus reflexiones sobre la trama y la urdimbre de la vida, Chela. A medida que cumplo años pienso más y más en lo pasado y el porvenir, y se me hace más doloroso recordar a los que ya no están, aunque sé que es ley de vida... Habrá que seguir disfrutando mientras podamos. Abrazos

Anónimo dijo...

¡Hola!
Leí detenidamente 3 veces el post....
Me ha gustado mucho, mucho, mucho, pues conozco en profundidad tu situación caso, es decir, la familia, tus amistades, el seguimiento de las compañeras que conociste EEUU…

Este verano leí otro libro de Orhan Pamuk (Cedvet Bey e hijos) y que juntamente con Estambul, recuerda muchísimo a vuestra familia y a sus tres generaciones.

Después de leerte, una queda en una especie de "sopor" idílico y nostálgico sin saber si se trata de un conocimiento o de un sueño. Pero no todo el mundo ha vivido esa experiencia igual que tú, y tú precisamente, bien lo sabes....es decir,
¡en la infancia se forja todo!

Hay redes familiares que envuelven a sus capullos en hilos "de seda" con lo que después, apreciar y aprender de los gestos afectuosos es tarea fácil.

También hay redes familiares "de esparto", que envuelven con su "espartaneidad" a un ser puro y nacido para dar y recibir amor y lo convierten en un ser llagado y eczemado, temeroso del mundo que lo rodea.
Y para ellos, la muerte de un supuesto "ser querido", supone más una liberación que una aflicción...

Ya sé que mis comentarios no vienen a cuento ahora, pero sigo opinando que es TU VISION y no todo el mundo tuvo la suerte de tener una infancia como la tuya, unida, en circunstancias post-guerra, llena de afectos, y unos padres excepcionales para su época....y todo eso te otorgó una muy buena visión del mundo y una confianza en ti misma que hoy, en las puertas de 2016, sería difícil de encontrar, pues lamentablemente nos vamos volviendo todos mas espartanos que sedosos...

En cierta manera.....te envidio. Esas.....tus circunstancias, difícilmente se volverán a dar.

Gracias por el post: Es, como diría García Márquez....como un homenaje a aquella gran casa familiar, en aquella calle, en una cuidad junto al mar....

Me ha dado mucho que pensar
¡¡¡Te quiero mucho!!!

I.O.G.

Chela dijo...

Ligia:
Es una suerte estar en una edad en la que aún se puede tener porvenir, en mi caso prácticamente es ya todo pasado, o casi todo. No espero ningún "extra" del futuro pero me hace feliz a estas alturas la vida cotidiana, levantarme cada día, poder salir a la calle, y ver los niños jugando en los parques. Sólo me entristece el comprobar que muchas personas carecen de lo elemental para vivir. Un abrazo.

Anónimo (I.O.G)
Cuando yo leí "Estambul" (que por cierto, he buscado el libro hace poco en mi desordenada biblioteca y no lo encuentro por el momento.) también me recordó un poco la familia que describe a mi familia, la que como tu dices, vivía "en aquella calle, en una cuidad junto al mar...".
Me duele que otros niños, como cuentas, no hayan podido tejer sus vivencias y sueños con "hilos de seda" (afecto, valores, ejemplos positivos...). En mi caso, el haber vivido una infancia feliz, en una época que no era lo frecuente, siempre me hizo sentir obligada a devolver a las personas de mi entorno todo el amor y el afecto que recibí con creces, lo cual no quiere decir que obre siempre correctamente. Tengo muchos defectos y los reconozco, trato de enmendarme, pero ser perfecta, en mi caso, es más una meta que una realidad. Pero si no lo intentara sería peor. Las buenos propósitos, he de renovarlos cada día.

Gracias también a ti por leerme y dejar un comentario. En esta relación se van igualmente tejiendo afectos. ¡También yo te quiero!

Unknown dijo...

Muy entrañable el recuerdo de todos los que consideramos nuestros en nuestras experiencias día a día. Las muestras d afecto, cariño de apoyo nos hacen mejores y nos impulsan luchar y a seguir adelante y el recuerdo d quiénes estuvieron y no estan nos ejemplarizan en su buen hacer. Muy acertado tu comentario Chela

Maria De Los Ángeles dijo...

Siempre es hermoso recordar a nuestros seres queridos.
Yo también estoy jubilada y te mando un saludo desde Madrid

Anónimo dijo...

"La red que nos sostiene" me parece un título precioso y con una profundidad enorme. "De vivos y muertos, presentes y ausentes...¡De seres queridos!".
¡Eres genial! todo el artículo (precioso) se podría resumir en esa frase que me parece redonda.
Me gustó mucho. Se perdió en ti una gran escritora. ¿Nunca escribiste ningún relato, cuento o novela? Aún estás a tiempo ¡¡¡ánimo!!!. En mí, ya tienes una lectora incondicional
Concha M.

Anónimo dijo...

Hola Isabel, me ha encantado tu página sobre los afectos, eres única decribiendo lo intangible.
Bsssss. Marisa

Anónimo dijo...

Eres GRANDE besos
Ana.

Airblue dijo...

Chela, perdón por no haber entrado antes, no he tenido ánimo para nada. Leyendo este post tan maravilloso, me has dado una inyección de adrenalina para ver el lado positivo de la vida que últimamente lo tengo algo olvidado.
Tus palabras parecen escritas para mi, al menos yo me las quedo. Hay muchos motivos por los que salir adelante, desde luego los recuerdos son importantes porque forman parte de nosotros, pero apoyarnos en nuestra gente, familia y amigos es fundamental.
Chela, algo te ocurre, he leído tu respuesta al comentario de Genin, sea lo que sea estoy aquí, en la distancia, pero sabes muy bien donde encontrarme.
Una vez más hay que quitarse el sombrero al leerte.
Dos abrazos y sigue así amiga, no te olvidamos.

Chela dijo...

Unknown:
Es verdad que el cariño que recibimos de los demás nos ayuda a ser mejores, y sobre todo el ejemplo de los seres queridos que nos precedieron. No obstante lo intento.
Un abrazo, querida P...

María de los Ángeles:
Gracias por tu visita y comentario. También yo, desde la Torre de Hércules, te envío un abrazo. Pasaré a visitarte.

Anónimo (Concha):
Se agradecen los elogios pero creo que no es para tanto. Se nota que me aprecias.
Mi inclinación por la escritura surgió en los ejercicios de redacción del colegio, a los doce años. Incluso estuve castigada una vez porque la profesora creyó que mi redacción estaba copiada de un libro, como le dije que no, me tacho de mentirosa y me castigo. Por suerte, pocas semanas después, en una revista nacional juvenil, me publicaron y premiaron una especie de cuento construido a partir de unos personajes que la revista había sugerido previamente. Una alumna trajo un ejemplar a clase y la profesora quedó "pegada" al verlo, me pidió disculpas por el castigo infringido. Después de ese primer cuento me publicaron otros varios. Luego me alejé de la escritura literaria porque dedique mucho tiempo a estudiar y al ejercicio profesional al que también dediqué muchas páginas, informes, estudios, comunicaciones e incluso un libro sobre Voluntariado, pero con el tiempo perdí del todo la fantasía necesaria para construir cuentos. Tengo varios relatos pero no han visto la luz y creo que moriré sin acabar una novela que empecé ya tiempo atrás en dos o tres ocasiones. El escribir en serio ha de pasar de la afición al oficio.
Agradezco que me leas en el blog. Un abrazo.

Anónimo (Marisa):
Para escribir sobre lo intangible solo hay que escribir al dictado del pensamiento y del corazón. Algo parecido a como conversamos tu y yo que ponemos todo el sentimiento en las palabras. Besos también para ti.

Anónimo (Ana):
¡No hay que exagerar! En lo que puedo ser grande es en años y experiencias y sobre ellas medito y transcribo, solo es eso.
Gracias por tu cariño, que en nuestro caso es reciproco. Un abrazo.




Abuela Ciber dijo...

Como nos tienes acostumbrados una entrada estupenda donde los sentires inhundan.
Cuan acertado todo lo que dices.
No hay edades para perdidas, pero en la que estamos viviendo se acentuan los alejamientos.
Nos sostenemos con recuerdos de seres queridos que hicieron tambien nuestro andar, el respeto de su añoranza nos acuna
Recibe un abrazo solidario con el agradecimiento por tu visita y magnifico comentario
Cariños crucen el oceano
Martha

PEPE LASALA dijo...

Esos recuerdos resultan maravillosos, al menos para mi cuando veo fotos de hace años, y observo momentos vividos, ilusiones y por encima de todo mucho cariño. También veo las fotos del colegio con mis compañeros, y me entra una sensación agradable que es como si estuviera allí.
P.D.: He contestado a tu pregunta en mi blog. Un abrazo Chela.

manolo dijo...

Un mirar atrás, muy Emotivo.
Y terminando con, "Donde haya Soledad, que haya Amor y Ternura" que en esa Soledad se está muy necesitado de ambas cosas.
Precioso este tu escrito que reboza Amor y entrega hacia los demás.

manolo

.

manolo dijo...

Un post donde aflora toda tu entrega a la Familia, Amistad y a esos recuerdos que con gran cariño guardas.
Terminando con algo que valoro muchísimo.
" Donde haya Soledad, Que haya Amor y Ternura." Que en casos así, si que son muy necesarias.

Manolo

Jara dijo...

Somos animales sociales y esas relaciones nos conforman y sostienen. Me encanta como lo cuentas y el profundo sentimiento que desprenden tus palabras.
La familia en primer lugar como núcleo y las amistades más o menos profundas o cercanas, todos las necesitamos. Se puede vivir en soledad y el dicho de mejor solo que mal acompañado tiene su fundamento, pero sin duda tener a quien dar y de quien recibir cariño y apoyo es esencial para nuestra buena salud física y emocional.

Estupenda reflexión la que nos brindas Chela, aunque lamento las perdidas que la originaron.

Besos

Chela dijo...

Airblue:
Tienes razón que los buenos recuerdos ayudan pero lo más importante es tener el apoyo de los próximos, de los que se encuentran en los círculos de familia y amistades, incluidos aquellos con los que nos comunicamosa traves de la red digital, un medio fantástico que nos permite mantenernos en contacto con personas queridos.

Agradezco tu preocupación por mí. He descubierto hace poco que mi salud está más dañada y que preciso cuidarme, pero hemos de mentalizarnos que cumplir años significa tener más números para entrar en el "sorteo" de posibilidades de enfermar y pasar por el "taller"... Conectaré contigo al margen del blog.
Un muy cariñoso abrazo.

Rosa María dijo...

Querida Chela: Sigues ejerciendo de reportera y la verdad que muy bien.
Paso para invitarte, ya que el día 2 de diciembre presentaré(Dios mediante) en Sargadelos de Ferrol a las 20: 00 h mi poemario "Amarré la distancia en el cordón de mis zapatos" Me encantaría contar contigo.
Un abraciño,
Rosa María

trimbolera dijo...

Una red que nosotros seguimos tejiendo y que continuarán nuestros seres queridos, tan necesaria para seguir viviendo como para dejar este mundo en paz. Besicos.

esteban lob dijo...

Gran y emotivo recuerdo, Chela. Me adhiero a tu dolor y no tengo dudas que la influencia que en nuestros actos nos dejan los seres queridos que se van,nos ayudan a mitigar la pena y a sembrar hacia el futuro.Es válido para cualquier edad.

Chela dijo...

Abuela Ciber:
Me gusta mucho esto que comentas: "Nos sostenemos con recuerdos de seres queridos que hicieron tambien nuestro andar, el respeto de su añoranza nos acuna"
Esa así, somos su continuidad y forman parte de nosotros mismos.
Tu visita me alegra. Un cariñoso abrazo.

PEPE LASALA:
Los primeros compañeros de colegio no cabe duda que han sido importantes en nuestra vida. Los que además de compañeros se convirtieron en amigos, constiuyen una red de amistad fuerte y que la distancia no es capaz de romper.
Paso a ver el comentario que me dejaste. Un afectuoso saludo.

Manolo:
Tu entiendes mucho y sabes dar valor a lo que supone poner amor y afecto donde hay soledad.
Gracias por tu visita y comentarios.Recibe mi cariñoso abrazo de amistad.

Jara:
Opino como tú que "es mejor vivir solo que mal acompañado", pero también opino que "se está mejor bien acompañado que solo". De todas maneras no es tanto la soledad fisica la que duele como lo hace la soledad que produce el olvido o la indiferencia.
Un cariñoso abrazo.

Anónimo dijo...

Hola Isabel, Te recuerdo siempre con mucho cariño y, en concreto hoy, te recuerdo de manera especial para desearte toda la felicidad del mundo y muchísimo animo y salud. Abrazos. Rosi

Anónimo dijo...

Querida madrina, precioso, muy bien expresado, muy propio de ti, me lo tomo como regalo de santo y lo guardo en un rincón de mi corazón al lado de todas las cosas tuyas y mias, te quiero muchísimo y aunque sé que lo sabes nunca me cansaré de decírtelo, mil biquiños y muchas felicidades en nuestro día, hasta otro ratito...
Tu ahijada Isabel

Chela dijo...

Rosa María:
No sabes cuanto me gustaría compartir la presentación de tu libro (leo con frecuencia tus poemas de los dos anteriores que presentaste aquí) pero cuando voy a Ferrol es siempre por las mañanas y como mucho suelo quedarme hasta media tarde. No puedo conducir por la noche y tampoco tengo medios adecuados para regresar en servicios públicos. Te auguro más exitos si cabe. Un fuerte abrazo.

Trimblera:
Así es querida amiga Angelines. No podemos permitir que esa red de afectos, recuerdos y amor, se rompa o desaparezca. Hemos de seguir reponiéndola constantemente para los que vienen detrás. Recibe mi cariño.

Esteban Lob:
Gracias por tu visita y tus palabras. Eres siempre muy bienvenido. La fuerza que recibimos de nuestros mayores hemos de transmitirla igualmente, y si cabe, con creces. Un abrazo.

Chela dijo...

Anónimo (Rosi):
Gracias por tu felicitación y buenos deseos. Compruebo que te acordaste del día de mi santo. Un abrazo también para ti.

Anónimo (Isabel)
Me emocionan tus palabras tan cariñosas. Los sentimientos son recíprocos. ¡Es una lástima para mi que estés tan lejos y no podamos disfrutar de vernos y darnos un abrazo con frecuencia! Siento mucho la ausencia y dispersión de las personas queridas y significadas de mi vida. Unha aperta e moitos bicos.

Amelia dijo...

Querida Chela: Hacia días que no te visitaba y una vez más encuentro tu interesante entrada, en la que expones tus reflexiones sobre la vida vivida. Leyéndote solo puedo ver que eres una persona muy afortunada al haber tenido santísimas personas con las que has compartido tus vivencias.

La vida es un viaje que comenzamos al nacer y (para los que ya tenemos algunos añitos) llevamos recorrido una parte importante de dicho trayecto. Los recuerdos familiares, de amigos y conocidos son una gran joya que poseemos los que hemos tenido la suerte de tenerlos. Todos hemos sufrido perdidas importantes en este trayecto que nos han desgarrado el corazón pero que siempre estarán ahí formando parte de nuestras vidas.

Cuídate mucho.

Un abrazo

H. Darío Gómez A. dijo...

Querida Chela: Me siento orgulloso de ser un pequeñísimo nodo de esa urdimbre afectiva que nos sostiene.

Chela dijo...

Amelia:
Me alegra tu paso de nuevo por mi blog.
Desde luego el mejor bagaje que portamos en este viaje de nuestra vida, lo constituyen las relaciones humanas, con los valores, afectos y recuerdos que nos dejan. Somos, sin lugar a duda, un poco o un mucho como áquellos con los que nos hemos relacionado y convivido estrechamente.
Paso a visitarte. Un cariñoso abrazo.

Dario Gómez:
A mi me proporciona alegría, fortalecer esta red, con el nudo de una amistad, como la tuya, que salva distancias oceánicas.
Recibe mi afecto sincero.

Natalia dijo...

Hola amiga!!! Que razón llevas en tus palabras. Cierto es que es red nos favorece. Me has hecho reflexionar. Un besazo.

Mariaisabel dijo...

Hola querida Chela, después de haber leído en mi blog tu invitación a leer este post, enseguida he entrado en "tu casa".
Precioso lo que has escrito, tiernas y emotivas palabras.Estas pérdidas familiares son muy dolorosas y más cuando han dejado una huella tan importante.
La vida es así y tenemos que asumirla, pero cuesta verdad?
Gracias por tus palabras.
Un gran abrazo
Mariaisabel