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7 de noviembre de 2014

"Fulbright Program", Premio de Cooperación Internacional.



Reconocimiento al Programa Fulbright en los Premios Príncipe de Asturias 2014.




Foto: RTV.es (tomada de Internet)

Evan Ryan y un grupo de becarios Fulbright en el momento de recoger el Premio de Cooperación Internacional  2014, de manos del Rey Felipe VI. 



Foto: AFP PHOTO/ MIGUEL RIOPA. (tomada de Internet a través de RTE.es)




El día  22 del pasado mes de octubre,  Evan Ryan, la Subsecretario de Estado  para Asuntos Educacionales y Culturales (ECA), de Estados Unidos de América, recogió en Oviedo el "Premio Príncipe de Asturias 2014 de Cooperación Internacional", otorgado al  "Programa Fulbright" , creado en 1946, poco tiempo después de finalizar la Segunda Guerra Mundial,  por el senador James William Fulbright (1905-1955), con el propósito de fomentar, mediante programas de intercambio  cultural y de experiencias, el conocimiento y entendimiento mutuo, así como la promoción de relaciones pacificas, entre las personas de los pueblos norteamericanos  y las de otros países. Evan Ryan acudió a recoger el Premio acompañada de un grupo de becarios procedentes de diferentes partes del mundo.

El Programa Fulbright alcanza a más de 150 países y desde su implantación son muchos miles de personas de todo el mundo las que se han beneficiado de sus becas, en las diferentes modalidades. El Programa se financia con fondos del gobierno de USA y de organismos públicos y privados de los países que se adhieren al mismo.

Estuve entre los firmantes de solicitud para la concesión del Premio y me hubiera gustado estar en el Teatro Campoamor de Oviedo, el pasado 22 de octubre para aplaudir por la concesión, pero eso no estaba en mis posibilidades. Está página quiere representar  mi aplauso, al Programa Fulbright  como antigua becaria.


Mi  experiencia como becaria.



La entrega  del Premio Príncipe de Asturias 2014 de Cooperación Internacional al Programa Fulbright, que seguí por televisión española, me llenó de emoción porque me hizo recordar mis vivencias como becaria de dicho Programa en el año 1978.

Son muchos los recuerdos, cargados de emoción, que, suscitados por ese acontecimiento, vienen estos últimos días a mi memoria, llevándome a buscar entre mis fotos y documentos imágenes y datos de esa estupenda e inolvidable experiencia en Estados Unidos de América, compartida con un grupo de jóvenes de otros países y continentes. 




Recuerdo con mucho cariño a todos los becarios que formaban el  grupo que compartió conmigo la experiencia del TCIP. Twin Cities International Program. For Youth Leaders and Social Workes.  (Para lideres de juventud o animadores socioculturales y trabajadores sociales), en el Estado de Minnesota. Nunca los he olvidado y supongo que ellos tampoco pues ha sido una experiencia única y agradable de convivencia, intercambio cultural y profesional, además de buena relación.


El Grupo

Mary (Jerusalén),  Irene (Suecia), Roland (Suecia), Eda (Jamaica), Roda (India), Katy (India),  Joseph  (Nigeria)Patricia (Nigeria)Grace (Hong Kong), Faith  (Hong Kong), Sithembiso  (Swaziland), Annette  (Alemania), Karin (Alemania)Catherine (Filipinas), Deney  (Costa Rica), Lillis  (Bahamas), Danuta  (Polonia), Terhi  (Finlandia),  Selva (Malasia), Suthida (Tailandia), Edna (Ghana), Paul (Taiwan), Gury (Noruega),  Mirna (Guatemala) e Isabel (España)



   Recién llegados a Minnesota, primeros días de convivencia. 


En la residencia. Parte del grupo con Marrilyn Belgum

A Merrilyn Belgum, directora ejecutiva del Programa (TCIP), la recuerdo también con frecuencia. Era una persona entrañable, exquisita y   muy entregada a su trabajo, que hizo un seguimiento correcto de cada una de las personas del grupo y que atendió, con gran diligencia y cordialidad, nuestras peticiones y sugerencias para contactar con personas, servicios y entidades conforme a nuestros intereses profesionales y culturales, sin descuidar aspectos de tipo humano, de adaptación y relación entre el grupo, con el personal de los centros donde trabajamos y con las familias norteamericanas con la que convivimos. De ella recibimos las primeras orientaciones e información, en la residencia, donde fuimos acogidos a la llegada a Minnesota para convivir todo el grupo y conocernos mejor. 

Familias Anfitrionas, de acogida ("Host Families")


Me resulta difícil decidir cual ha sido la mejor experiencia de mi estancia norteamericana, ¡han sido tantas cosas y todas tan buenas!, pero además de la oportunidad de conocer al grupo de becarios, todos personas jóvenes entusiastas y volcados en sus experiencias profesionales, representantes de tan diversas culturas y países pero con un afán común de universalidad y entendimiento entre los pueblos, debo añadir que el haber convivido, con cuatro familias norteamericanas de diferentes status socio-económicos y distintas circunstancias de edad y socio-familiares, ha sido una maravillosa experiencia, capaz de desmontar todos los "clichés" de quienes opinan solamente por referencia y con absoluto desconocimiento de las gentes de otras latitudes y de sus realidades cotidianas.

Viví en Minneapolis con la familia de un coronel de aviación retirado, con apellido de origen austro-húngaro. La familia la componían el matrimonio, personas muy afables, alegres y cariñosas, con ocho hijos, algunos casados e independizados. Aunque tengan buen nivel económico, acostumbran a hacer todos los arreglos de la casa personalmente. Cuando llegué el padre y uno de los hijos estaban cambiando las dobles ventanas del invierno, para poner las mosquiteras de cara al verano. En la planta baja de las casas grandes siempre hay espacio para herramientas (perfectamente ordenadas), lavandería, garaje... Las mujeres tienen también su espacio para el planchado y confección de ropa que se hacen ellas mismas con patrones. Hacen también el pan, repostería, etc.  

La segunda familia, residente en Saint Paul fue una pareja de jubilados mayores. En ocasiones nos veíamos con alguno de sus hijos casados y los nietos. Eran entrañables. A ella le gustaba tocar el piano, cuando no estaba fuera trabajando como voluntaria. En todas las casas que estuve, a excepción de la pareja más joven, todos tenían instrumentos musicales, sabían  música y gustan de interpretar.

Estuve después con una pareja muy joven, hijos de inmigrantes polacos, y aunque trabajaban como funcionarios vivían entonces con bastante   bohemia, aunque aspiraban a un buen futuro con el confort que entonces no tenían. Se habían comprado, a bajo precio, una hermosa e interesante mansión, bastante deteriorada y carente de comodidades en el interior, que esperaban reparar poco a poco calculando disponer de futuras ayudas previstas por la Administración para rehabilitar viviendas en la zona, que en aquel momento contaba con muchas casas dejadas por sus antiguos propietarios y que amenazaban ruina. El matrimonio tenia dos niños muy pequeños y ella estaba de baja por maternidad. 

La cuarta familia (estuve un mes con cada una) la componía un matrimonio muy simpático y animado, el era ingeniero de profesión. Tenían tres hijos, dos casados  e independizados y un chico de unos 15 años que vivía con ellos y que disfrutaba haciendo aeromodelismo, además de trabajar, en sus vacaciones, en un supermercado para llevar los carros de la compra hasta el aparcamiento de coches. Sin necesitarlo por la economía de sus padres, esto lo hacía para pagarse la matricula de sus estudios. Algo frecuente en los jóvenes americanos y que  llamó mi atención favorablemente.

Con esta familia, cumplí el deseo de ir por el río Mississippi en un barco de vapor con ruedas de palas (Steamwheels boat) que mueven el agua a propulsión para impulsar la navegación. El barco era el antiguo "Josiah Snelling". Esto ya lo conté hace tiempo en una página de este blog que os recomiendo porque creo que os gustará. (enlace)


Casas en las que viví, acogida por las familias anfitrionas.




















En la Universidad de Minnesota. Minneapolis. Formación.


De los cuatro meses que estuve en Minnesota (no pude aceptar la beca de 13 meses, porque  hubiera tenido que pedir excedencia en mi trabajo y no tenía garantías de reincorporarme a mi puesto al regreso), el primer mes de estancia en Twin Cities (las ciudades gemelas: Minneapolis y Saint Paul) estaba programado para acudir a la Universidad de Minnesota, en la ciudad de Minneapolis, donde también viví ese mes.

Todos los días, en jornada de mañana y tarde,  tuvimos sesiones informativas sobre muy variados temas y materias, mediante seminarios dirigidos por un profesor, debates, conferencias de expertos y profesionales invitados, etc. Algunos días nos desplazábamos también para visitar instituciones y servicios relacionados con las materias expuestas con anterioridad.

La utilización de las instalaciones de la Universidad, (incluidos los comedores) nos permitió interesantes relaciones con estudiantes americanos y disfrutar de un ambiente estupendo, tanto intelectual como humano. Los desplazamientos los hacíamos en autobús, pero la mayoría de estudiantes lo hacían en bicicleta.



En la Universidad con unas  compañeras becarias




Ambientazo en el campus las mañanas de concierto por la Orquesta Sinfónica de Minnesota.  ¡Todo un lujo al aire libre!















Ratos de descanso al mediodía.




  

 En la ciudad de Saint Paul. Trabajo





El Capitolio. Saint Paul.








La Catedral y El Capitolio 


Los tres siguientes meses de estancia en Minnesota, cada uno de los becarios fuimos asignados a una de las dos ciudades gemelas, de acuerdo  a los centros de trabajo que consideraron adecuados para cada uno de nosotros, alojándonos  con familias del entorno más próximo.




  "West Side Health Center" (La Clínica), integrada  en el edificio de la "Neighborhood House"  de la zona oeste de la Ciudad de Saint Paul.


A mi me asignaron a la ciudad de Saint Paul, para trabajar en el "West Side Health Center", clínica  ubicada en un amplio Centro Social ("Neighborhood House") de la zona oeste, desplazándome cada mañana, muy temprano, en un largo recorrido de autobús. El centro funcionaba ininterrumpidamente en horario de mañana y tarde y hacíamos turnos para comer y descansar un rato, bien en el propio centro o saliendo a algún sitio próximo. A media tarde la ciudad quedaba desierta y todo el mundo regresaba a sus casas para cenar y mantener  agradable velada en familia.

Mi trabajo  en el Centro, que  atendía a gran parte de usuarios y pacientes de condición inmigrantes y habla hispana, resultó muy interesante, pues por mi condición de becaria, me permitían ir pasando por diversos servicios para que conociera su funcionamiento y así puede experimentar tanto en los del propio Centro de Salud como los del Centro Social, aunque principalmente colaboraba con la dirección de la clínica, en la redacción y supervisión de documentos y folletos divulgativos sobe los diversos servicios de salud y prevención, escritos en inglés y en español. También colaboraba con una trabajadora social que atendía, dos días a la semana, el programa WIC ("Women, Infants and Children") que trataba sobre alimentación complementaria y educación nutricional,  para mujeres embarazadas, bebés y niños entre 0 y 5 años con deficiencias alimentarias, y familias con pocos recursos económicos. 

Una de las cosas de las que más aprendí fue de la organización y dirección del trabajo. No existía la improvisación ni las pérdidas de tiempo, gracias a la planificación mensual previa y a la asignación de un supervisor con el que consultabas dudas, hacías aclaraciones, sugerencias o quejas, y con él también se planificaba, conjuntamente,  el trabajo para el siguiente mes. La supervisión era jerárquica  hasta enlazar con el director, el cual de esta manera conocía con precisión todo lo que sucedía en el Centro, lo que le permitía, además de aprobar las planificaciones de cada área o servicio, señalar acertadas directrices para el conjunto. Al inicio del mes cada profesional encontraba en su cajetín-buzón, en la entrada del edificio, una gacetilla de carácter interno con la planificación de todos los servicios e indicando del día y hora de las salidas, lugares  y gestiones que algunos profesionales harían fuera del Centro, para conocimiento del resto. Y esto que podría parecer "cuadriculado" (aunque muy eficaz para el aprovechamiento del tiempo) se compensaba con  unas notas de cordialidad, al recordar también en la gacetilla, las fechas de cumpleaños del personal, permitiendo obsequiarle con una tarta y celebrarlo entre compañeros. ¡Yo también tuve mi sabrosa tarta de celebración el último día de estancia allí!  Si la foto no estuviera movida la hubiera mostrado.  

La eficacia y seriedad en el trabajo no estaba reñida con el buen talante y cordialidad que reinaba entre todo el personal y entre éste con la dirección. Aprendí muchas cosas y yo también les aporté algo de mi experiencia como trabajadora social, refiriendo algunos casos y programas que en España se estaban haciendo bien en esa época. Conocer, aprender, experimentar e intercambiar. ¡De de eso se trataba!

Acreditaciones de nuestra experiencia de trabajo.


Al final de los tres meses de trabajo tuvimos una agradable jornada con Marrilyn Belgum,  nuestras familias anfitrionas y representantes de los centros y servicios donde trabajamos, y en la que se nos entregó un documento acreditativo de nuestra experiencia. Al finalizar, compartimos todos momentos festivos, en la que además de la alegría no faltaron las lágrimas por el preludio de la inevitable separación de la despedida. 

¡Con cuanto cariño estoy recordando ahora a todas las personas que conocí y las buenas relaciones que sostuvimos! 


Con Marrilyn Belgum y algunos de mis compañeros.



Encuentros entre becarios


Durante el tiempo que estuvimos separados por razones de trabajo, aprovechábamos cualquier oportunidad para encontrarnos y celebrar algo, a lo que muchas veces contribuyeron nuestras familias anfitrionas y amistades americanas, que nos ofrecían un espacio acogedor en sus casas. 



Encuentros  festivos y de celebración 


Esta es una de mis fotos preferidas.  Reflejo de la grata convivencia y relación entre participantes del Programa. ¿De qué estaríamos hablando? ¡A saber!




Despedida en Washington


Mi estancia en Estados Unidos de América, comenzó  con la llegada a New York la tarde del lunes 24 de abril de 1978. 

El día 25 nos reunimos  180 becarios Fulbright de diferentes continentes, en representación de 61 países en el edificio de las Naciones Unidas, donde fuimos recibidos por miembros del gobierno americano y del staff de los diferentes subprogramas que nos llevarían después a diversos Estados donde se iba a desarrollar  nuestra experiencia. (ver enlace a  página de referencia)

El 14 de agosto dejamos Twin Cities para dirigirnos a Washington, donde el día 15, y después de visitar el Capitolio,  tendríamos una interesante reunión,  con el resto de becarios que habían permanecido en otros Estados, a excepción, si mal no recuerdo, de los que se quedaban  para concluir la beca de 13 meses y ampliar sus experiencias y aportaciones al Programa.



Últimos   contactos, en Washington, al final de Programa y el mismo día de mi regreso a España. 

*  *  *

De la beca conservo también recuerdo de tres nombres que se corresponden con tres excelentes personvlueas, cuya amabilidad, ayuda  y comprensión,  me facilitaron el camino de ida y vuelta a mi estupenda experiencia americana. Fueron estos, D. Ramón Bela, director ejecutivo de la Comisión de Intercambio Cultural entre España y los EE. UU. de América, y Dña. Nieves Jimeno, jefe de Programa,  ambos apoyaron y facilitaron con diligencia todos mis trámites. 

Y, por suerte para mi, tuve el más importante apoyo, al seleccionarme, mediante entrevista personal en Madrid,  entre los candidatos españoles a la beca de 1978, del Secretario General del "Council International Programs" y fundador en 1956 del Programa para "Youth Leaders y Social Workers" (en el que  participé), Mr. Henry B. Ollendorff, fallecido poco después de mi estancia en USA, pero del que una Fundación, que lleva su nombre, se encarga de mantener vivos sus planteamientos y objetivos.  Con referencia a su personalidad, se dijo de él esta frase: "A man, a vision, a dream of brotherhood and peace that lives on in the spirit of CIP and in all our hearts". "Un hombre, una visión, un sueño de hermanamiento y paz que vive en el espíritu del Programa Internacional y en todos nuestros corazones".
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*   *   *

Anexo: 26 de noviembre, 2014

Hoy he recibido un correo de D. Alberto López San Miguel, Director Ejecutivo de la Comisión Fulbright España, en el que me remitía, amablemente, enlace a un vídeo, para compartir la experiencia vivida por cinco becarios del Programa: Nomsa (Sudáfrica), Naim (Indonesia), Shehzad (Pakistán), Félix (España) y Rusell (EE.UU), como representantes de toda la Comunidad Fulbright,  en la entrega al Programa Fulbrigth, del Premio Príncipe de Asturias 2014 de Cooperación Internacional, acompañando a la Subsecretaria de Estado para Asuntos Educacionales y Culturales (ECA) de USA.

Ahora  también yo comparto el vídeo  y  toda vez que he conseguido conectar con algunos de los  compañeros que, en 1978, participaron conmigo la experiencia Fulbright en Minnesota, espero que puedan verlo y  les guste. 









44 comentarios:

trimbolera dijo...

Unos muy bellos recuerdos, Chela. Besicos.

CHARO dijo...

No es que haya leído tu intensa entrada es que la he ¡vivido! y la he disfrutado un montón Chela......vaya viaje tan estupendo y cuantas expriencias y recuerdos inolvidables.Besicos

Genín dijo...

Que casualidad, ese día estaba yo en mi Oviedo natal con mis hermanos y mi hija... :)
Una experiencia inolvidable la tuya, cuanto me alegro por ti porque tendrás recuerdos imborrables.
Besos y salud

Ligia dijo...

Un reportaje que destila ternura y añoranza en cada palabra y con cada imagen. Refleja una felicidad que (tal vez estoy equivocada) la juventud de hoy día en esos viajes que realizan al extranjero para aprender idiomas, no tiene ni siente. No te has vuelto a reunir con ninguna compañera de entonces? Yo creo que es un premio merecido. Abrazos

Chela dijo...

Trimbolera:
¡Y tan bellos recuerdos!
Cuando escribí esta página, me puse a contar y contar, emocionada con los recuerdos, pero luego empecé a recortar y recortar pues me dí cuenta que lo que ha sido tan marvilloso para mi puede ser pesado para los demás. Pero con eso y con todo sigue siendo una página laarga.
Gracias por visitarme y leerme.
Un abrazo.

Chela dijo...

Charo:
Hay que situarse en la época. Entonces no existían las becas Erasmus, y la única oportunidad que tenía como trabajadora social, eran las becas Fulbright, que además para coincidía con que EE.UU. fue el País donde nació la profesión como tal. Tampoco se viajaba como ahora, así que la experiencia es como si me hubiese tocado una lotería millonaria. ¡Aprendí muchísimo en todos los aspectos!
Me alegra que te gustara el post.
Un abrazo.

Genín:
Ya me gustaría haber estado en Oviedo, en la entrega de los Premios, pero ni siquiera lo intenté. Y que lástima porque posiblemente podría hasta haberme encontrado contigo. ¡Hubiera sido genial!
Un abrazo.

Ligia:
Bueno, las becas hoy son más asequibles y se dan muchas, por ejemplo en las Erasmus, que son intercambios universitarios para fomentar la movilidad y el entendimiento entre jóvenes europeos, pero las Fulbright solían conceder solo una País y modalidad, como mucho dos, y estaban más enfocadas a la experiencia profesional de la que te pedían al dos años de trabajo después de obtener la titulación.
Todo esto hacia que se valorasen más y en un tiempo que generalmente casi nadie estudiaba en el extranjero ni había becas para ello, así que se valoraban más y conseguirla era un motivo de alegría y una gran oportunidad de experiencia que los becarios valorábamos muchísimo.

Nunca tuve oportunidad de un reencuentro con ninguno de mis compañeros/as, además de haber perdido el contacto con todos, con los que me escribía los dos primeros años. Ahora quiero recobrarlo con la ventaja que me da Internet. El otro día lloré de emoción al encontrarme fotografías de Roda, hindú, de ver que aun con su nueva imagen de pelo blanco y la huella de los años, conservaba su mirada penetrante e inteligente y su amble sonrisa, y que es cofundadora en Bombay, de una Fundación dedicada a la educación integral. También a Edna de Ghana que ha ayudado a un hijo suyo, a crear una Fundación para formar jóvenes lideres pro-África, facilitándoles medios y estudios en el extranjero, que reviertan en la mejora de su País.
Estoy retomando los contactos y por el momento llevándome muy agradables y emocionantes sorpresas aunque me temo que, debido a nuestra edad, algunas no sean tan buenas.
Un abrazo.

Mariaisabel dijo...

Que intenso historial el tuyo y que bellos recuerdos, aparte las imágenes!
Una bonita experiencia, Chela.
Un gran abrazo, con cariño
Mariaisabel

Abuela Ciber dijo...

Grato leerte,experiencia revitalizadora que agradezco compartas.
Apoyo plenamente estos intercambios, tuve unas pequeñas experiencias con las girls-scout,nada de la magnitud de lo que tu vivistes.
Pero considero elpositivismo en conocer diferentes culturas.
De niños viajando porAmerica trate de llevar a mis hijos lo mas posible con nosotros, y de peque fijate se asombraban que en otros paises hubieran niños como ellos!!!!!!
Si laspersonas se intercambiaran y/o viajaran mas creo que nos podriamos entender mejor no???

Cariños y gracias por tus calidas palabraspor mi lar.

esteban lob dijo...

¡Qué hermosa y útil experiencia, amiga Chela!
Por cierto se conjugaron factores de aprendizaje, confraternidad y agrado.

Chela dijo...

Maríaisabel:
Mi historial es intenso porque sentía interes por muchas cosaso y me apuntaba a todo lo que tenía ocasión, también influyo que al estar soltera tenía más facilidad para moverme. Ir a EE.UU. en aquella época supuso una fantástica experiencia pues no habia muchas oportunidades para una convivencia de ese tipo.
Gracias por tu visita. Un cariñoso abrazo también para tí.

Airblue dijo...

¿Pero hay algo que te quede por hacer?, qué vida tan fructífera la tuya... cada vez me sorprendo más. Me ha encantado tu experiencia y comprendo tu emoción al recordar y buscar esas fotografías. Guapa chica, Chela, guapa y si me permites "lanzada" en aquellos tiempos en los que casi nadie estudiaba en el extranjero. Una suerte tener la oportunidad de aprovechar esa beca. Pasan los años pero ahí está tu vivencia y seguro que puedes tener noticias de alguna de tus compañeras. Internet hace milagros.
Thank you very much a fantastic entry.

Chela dijo...

Abuela Ciber:
Casi desde mi infancia, que trate a varias niñas alemanas (con las que conservo amistad), que vinieron a España, poco después de la Segunda Guerra Mundial para vivir una temporada con familias españolas, sentí interés por conocer y tratar personas con otras culturas y experiencias. En Madrid viví con una amiga alemana y trabajé con una sueca. Los años que residí en Pamplona tuve amistad con dos jóvenes norteamericanas con las que hice un fantástico viaje por Europa, etc. etc.

Estos últimos años, dentro del los programas europeos, hice intercambios con portugueses en la Universidad del Miño, y en la primavera de este año, estuve en Gante para un intercambio de la Universidad Senior de Coruña, con una institución belga en Gante, que próximamente se desplazaran ellos a Coruña.
Creo que tenemos mucho que aprender unos de otros.
Me alegra que con tu familia hayáis también disfrutado de intercambios y que sepas valorarlos.
Un cariñoso abrazo.

Esteban Lob:
La verdad es que estas experiencias son muy enriquecedoras, humana y culturalmente, en cualquier materia (cultural, laboral, deportiva...) y en cualquier época de la vida.
Un abrazo desde esta orilla a la tuya.


Marcos dijo...

Guapísima, menudo curriculum, tu vida ha sido muy intensa, que vivencias mas agradables de juventud, y que seguro disfrutaste a tope. Mis felicitaciones, eres una gran mujer.

Chela dijo...

Airblue:
Ser becaria Fulbright fue una de las cosas importantes de mi vida, pero me quedaron muchas por hacer.
He plantado un árbol, he escrito un libro pero no tengo descendencia, algo que considero que hubiera sido lo más hermoso.
Hubo muchas cosas de mi estancia en Estados Unidos que me maravillaron en aquella época, y los recuerdos, a nivel profesional y sobre todo humano, son imborrables.
Gracias por tu visita y tus palabras.
Un cariñoso abrazo.

Marcos:
En primer lugar, con 24 años, fui inmigrante en Madrid, en la década de los sesenta porque aquí no encontraba trabajo de mi profesión, esa experiencia me sirvió para dar clases luego en la Universidad de Navarra y más tarde llevar la dirección técnica en una Escuela de Trabajo Social en Vitoria. De allí volví a un puesto en la Administración, en Galicia, en el campo de los Servicios Sociales, a la vez que daba clases en la Universidad de Santiago, y esa andadura me sirvió para el currículo de la beca Fulbright, en el límite de mi juventud.
Creo que es importante moverse, conocer, intercambiar...Los jóvenes de hoy lo hacen y eso es bueno para ellos, lo malo es que lo tengan que hacer por necesidad y no por vocación o como opción temporal.
Un cordial abrazo.

Anónimo dijo...

Chela, me ha encantado tu post!! además porque las fotos las desconocía, tuvo que ser una gran experiencia y sobre todo porque antes era todo más difícil de conseguir. Gracias por compartirlo, hablamos !!! muchos besos

Anónimo dijo...

Querida Chela
Efectivamente y como bien dices, te tocó la lotería.
En esos años, que una mujer española hubiese sido seleccionada para un proyecto de tal envergadura, debió de producir en tí una gran emoción.
Que desafío!, tanto a nivel humano como profesional.
Siempre fuiste pionera y abanderada de la vanguardia.
Un beso!
ah! recuerdo unos zapatos naranjas

Chelo dijo...

Enhorabuena por haber podido participar en este proyecto y gracias por hacernos participes de tus recuerdos.

Muchas gracias por visitar mi blog y comentar. Un abrazo.

Chela dijo...

Anónimo:
Querida Ruth, efectivamente fue una gran experiencia, incluso me impuso un poco irme sola hasta New York, sin saber muy bien como me desenvolvería al llegar, pero me estaba esperando un voluntario de la Organización que me condujo hasta el hotel Abbey Victoria en la 6ª Av. donde nos reunimos todo el grupo.
Es normal que no conocieras las fotos porque las hice ahora para el post, ya que prácticamente hacia todo en diapositivas con una AFFA que había encargado a mi amiga alemana con la que viví en Madrid. Las puse muchas veces el primer año y luego no las volví a ver. Este invierno voy a disfrutar poniéndolas de nuevo (conservo el proyector y la pantalla) y de paso las seleccionaré y ordenaré, compraré también un aparato especial para clichés, y las escanearé para pasarlas luego a DWD. Tengo un montón de cosas interesantes, pues fotografiaba todo: edificios, casas, lagos, una reserva india en la que estuve, un fin de semana que hice camping con los compañeros de los países bálticos, en un parque nacional de Canadá...De las familias con las que viví...
Cuando tenga todo en orden te aviso.
Un bico.

Anónimo dijo...

Que interesante el post... y que triste pensar cuantos años han pasado y que lejos estamos de trabajar con esa eficacia y rigor.
Como me dijiste hace tiempo, todo el mundo debería de tener la ocasión de vivir (y disfrutar) una experiencia asi!

Estás guapísima y estilosísima en todas las fotos, tus modelos son perfectos y muy modernos, parecen actuales!!... me encanta especialmente el vestido de seda con el turbante.
Muuua...
Marisa.

PEPE LASALA dijo...

En primer lugar Chela, darte la enhorabuena y decirte que me has dejado con la boca abierta con todas esas vivencias, preparación, bagaje... puede llamarse de muchas formas. Me parece impresionante, y además muy bonito por compartirlo aquí. Mil gracias amiga. Un abrazo y buen fin de semana.
@Pepe_Lasala

Chela dijo...

Anónimo:
No me doy cuenta quien eres, pero lo de los zapatos naranjas me desconcierta, yo nunca tuve zapatos color naranja, aunque si rojos, en verano, porque usaba, y sigo usando el rojo, azul y blanco y combinan bien. ¡Me tienes desconcertada!
Aunque presiento que eres alguien cercano, esa alusión a los zapatos... y eso de que siempre fui...
Quiere decir que me conoces de hace tiempo
De cualquier manera gracias por tus palabras. Haber si me aclaras lo de los zapatos.


Chelo:
A mi también me agradan tus visitas, pues sabes que admiro mucho la sensibilidad y valores que transmiten tus poemas.
Un cariñoso abrazo.

Anónimo (Marisa):
La verdad que donde más aprendí a trabajar, en cuanto a métodos y organización, ha sido en Standard Eléctrica, mi primer trabajo en Madrid, y luego en el Centro Social y de Salud de Saint Paul. Se valoraban cosas que aquí todavía no son siempre valoradas, como la investigación sobre lo que tienes entre manos y la planificación a medio y largo plazo. ¡Ya sabes!

El vestido que te gusta lo compré, poco antes devenirme, en una tienda americana y el turbante es un foulard que me enseñó a poner en la cabeza mi compañera Eda, de Jamaica. Muy útil para cuando tienes el pelo poco presentable y sin tiempo para pasar por la peluquería. De la reunión en Washington salí para el aeropuerto y así llegué a España.
Otro beso para ti.

Anónimo dijo...

Ja ja...
¡¡¡No te has dado cuenta que era yo!!!
Que pena que el primer comentario que escribí, se me esfumó. Era más largo y mejor escrito.
Lo de los zapatos naranjas, eran aquellos que nos trajiste a Úrsula y a mí, de metacrilato color naranja, con purpurinas anacaradas… para jugar a los disfraces.
Un beso! Irene.

Chela dijo...

PEPE LASALA:
Gracias a ti por tus palabras.
Como ya he dicho en el texto y en los comentarios, fue una suerte total que me dieran la beca, pues no me recomendó nadie ni conocía a ningún miembro de la Comisión, es más, había suspendido el examen previo de inglés (importante requisito) pero MR. Ollendorff, el Secretario General del Programa se empeñó en que pasara la entrevista en Madrid, con la Comisión, en la que me defendí como pude en un deficitario inglés (esto era en octubre de 1977). Al final decidieron que me darían la beca, con la promesa por mi parte de "dar caña" al inglés en los siguientes meses antes de ir a EE.UU. Tomé una una profesora particular y me fui en vacaciones de Semana Santa a Londres a vivir con una familia inglesa. ¡Al final aterricé en New York! ¡Ni yo misma me lo creía!
Un cariñoso saludo.

Anónimo (Irene)
¡No pensaba que fueras tú!
Lo de los zapatos me despistó mucho, sobre todo lo del color naranja.
De mis recuerdos se borró totalmente que os hubiese traído esos zapatos tan llamativos para disfrazaros. Si recuerdo, en cambio, las novedades que os traía de Londres y que aquí aún no eran todavía moda aquí, como lo de Hello Kitty.
Un abrazo. Espero verte pronto.

José dijo...

Interesantísima experiencia, me ha llamado la atención los métodos de trabajo (no cuadriculados), planificación y organización, sin improvisación ni pérdida de tiempo, algo de lo que adolecemos nosotros.
Que tiempos ¿verdad? Chela. Bonitos y agradables recuerdos.
Un abrazo.

Amelia dijo...

Chela: Interesantísima experiencia vivida, que comprendo te transporte a aquellos meses. Gracias por contarla pues acompañada de las bellas fotos de esos momentos, me has hecho recordar momentos interesantes culturalmente de mi juventud. Salir al extranjero y conocer otras culturas es algo muy enriquecedor y mucho más en aquellos años.

Estás muy guapa en las fotos.

Gracias por tu visita y por dejar ese amable comentario.

Abrazos

Chela dijo...

José:
La organización y planificación del trabajo a mi fue lo que más me llamó la atención en el sentido de tener mucho que aprender. Era 1978 y aún hoy muchas cosas no han llegado hasta aquí, al menos en mi entorno.
Todo se programaba con antelación. Antes de salir para América yo ya tenía el programa de mi estancia allí, los nombres y direcciones de las familias con las que iba a vivir, etc. Y las visitas a centros, servicios e instituciones eran un modelo de atención y aprovechamiento para el visitante, a la vez que con el máximo respeto para no interferir en la marcha cotidiana de la institución visitada y de los trabajadores y/o usuarios que participaban en ella.

Me llamó mucho la atención también la arquitectura e infraestructuras urbanas. Fue la primera vez que vi las señalizaciones para personas con minusvalía y la eliminación TOTAL de barreras en el pavimento y en cualquier lugar público. El mantenimiento del equipamiento urbano era también interesante para mí. Había incluso brigadas dedicadas a limpiar periódicamente los letreros y señales de las calles. Lo fotografié todo.
Si entonces tuviese Internet hubiera podido divulgar muchas cosas pero las imágenes quedaron todas en mis archivos, asequibles solamente a las personas de mi entorno.
Por supuesto mis referencias son de Twin Cities, en Minnesota, no puedo hablar del resto de Estado Americanos.

Gracias por tu visita. Un abrazo.

Amelia:
Los países se conocen cuando vives en ellos y participas en la vida de sus gentes, el resto son simples "panorámicas”, a veces incluso distorsionadas. Por ejemplo estuve día y medio en New Cork y día y medio en Washington y no me atrevo a decir que conozco esas ciudades, tan solo que estuve allí para la foto.
El poco tiempo libre que tuve en N.Y. opté por visitar el MoMA y ver el Guernica de Picasso, porque entonces era impensable que pronto lo vería luego en España.

En Washington un paseo por los principales monumentos: Casa Blanca, Capitolio, Cementerio de Arlington...Nos llevaron en visita guiada a todo el grupo.

Algunos becarios que tenían tiempo y dinero, se quedaron por su cuenta en EE.UU., para visitar otras ciudades y lugares. Yo no tenía ninguna de las dos cosas y regresé de inmediato a España para reintegrarme a mi trabajo en Coruña, feliz con mi bagaje de
las experiencias vividas.

Sabes que para mi es un placer visitarte y contemplar tus obras. Un cariñoso abrazo.

Pensando en Haiku, Karin Rosenkranz dijo...

Llego hasta aquí gracias a tu visita a mi blog. Quiero darte las gracias por dejar tu comentario así tengo la oportunidad de conocer tus publicaciones.
Me pondré al día poco a poco.
Saludos

Anónimo dijo...

¡Que bueno lo de la beca!! Estás impresionante de guapa, tipazo...!!! Es genial tener esos recuerdos de algo tan interesante.
Un abrazo. Carolina

Chela dijo...

karin rosenkranz:
Lo mismo te digo, pues correspondo a la visita que tú hiciste a mis páginas de haikus. Tenemos esta afición en común, disfruto tanto haciéndolos como leyendo los que escriben los demás.
Un saludo.

Anónimo (Carolina):
¡Ja, ja, ja!
Lo de guapa y tipazo es un decir. No sé como me veían los demás pero yo siempre me consideré MUY CORRIENTITA.
Con el paso de los años y las "mermas" físicas que deja la edad, si miramos hacia atrás todos nos encontramos estupendos, ¡la belleza de entonces es la de la propia juventud!
La principal belleza reside en el interior, ésta es la que yo quisiera tener y conservar pero no sé si lo logro.

Un cariñoso abrazo. Espero que nos veamos pronto.

Amelia dijo...

Querida Chela: Completamente de acuerdo con tu respuesta a mi comentario. Los países se conocen cuando se viven en ellos durante un tiempo y se convive con sus costumbres y sus gentes.

Sin tener la misma suerte que tú en tu interesante periplo, yo con 20 años viví un curso completo en Francia, como profesora de español en un colegio-pensionado religioso y creedme, que en aquellos años de mediados del siglo pasado, fue una experiencia muy interesante el salir fuera de nuestro país y conocer otra mentalidad muy diferente de la que vivíamos aquí. Son vivencias que nunca se olvidan pues sirvieron para opinar de forma diferente ante la vida.

¡Que tiempos pasados! Ahora cuando ya hemos superado el ecuador de nuestras vidas, esos recuerdos afloran de nuevo y están ahí formando parte de nosotras.

Un fuerte abrazo. Tu blog es una agradabilísima caja de sorpresas

Anónimo dijo...

Me encanta. Que recuerdo tan bonito. Que bien expresado y que interesante. No me extraňa que se te acumulen los recuerdos, estas tan joven con tus treinta y ... siempre con tu estilazo. Que bonito sería que alguno de los de ese grupo te contestara, verdad?
Para mi eres todo un referente y con una vida llena de vivencias extraordinarias.
Un abrazo.Tu ahijada Isabel, desde Canarias.

Chela dijo...

Amelia:
Gracias por volver de nuevo a comentar. Tu que has vivido una experiencia similar comprendes bien la emoción que siento con estos recuerdos de una experiencia que dejo una importante huella positiva en mi vida.
Un abrazo.

Anónimo (Isabel)
Ya he conectado con una amiga becaria. Se trata de Edna (Ghana), lo conseguí a través de una hija que tiene una página Web. Ella conectó con su madre que hace más de treinta años que se cambió a vivir a Botswana, en el sur del continente, al lado de Sudáfrica. Se ha emocionado mucho al saber de mí y yo ahora lo estoy también. Lo malo es que perdí mucho del inglés y me cuesta escribirlo sin cambiar el sentido de lo que quiero expresar.
Un abrazo y gracias por leerme.

María Pilar dijo...

Preciosa entrada de inolvidables recuerdos y muy emotiva. No me extraña que una experiencia así te haya dejado una huella tan fantástica.
Besos Chela

Rosa María dijo...

Qué belleza de mujer a la par de esas experiencias de vida y cultura. Me alegra saber de ti y sabes que mi amistad siempre está activada.
Un abraciño
Rosa María Milleiro

Eloisa dijo...

Hola! Yo era muy pequeña cuando tú viajabas por el mundo, pero siempre recuerdo la primera foto, la de todo el grupo sentados en el césped, que la tenías en la estantería del final del pasillo. En aquella época cuando nos contabas donde era y donde habías estado, era como si hubieras viajado a otro planeta, imagínate, los todopoderosos EEUU a finales de los 70... vaya tela!
Un beso.
Elo

Meme dijo...

Gracias por hacernos partícipe de tus vivencias y recuerdos, abrazos

Raraher dijo...

Graciñas por acordarte de mi y pasar a saludarme. Que lindo ha sido verte otra vez en Deicalogo.
Te mando un abrazo y repito graciñas.

Unknown dijo...

HOLA CHELA: LLEGO HOY A TU CASA PARA DESEARTE UNA NAVIDAD LLENA DE PAZ Y UN AÑO LLENO DE ESPERANZA...UN FUERTE ABRAZO, LLENO DE ILUSIÓN PARA SEGUIR COMPARTIENDO NUESTRO DIALOGO A TRAVÉS DE ESTE MUNDO TAN ESPECIAL.-
HERMOSA HISTORIA Y FOTOS IMPERDIBLES, MUCHOS BESOS Y HA SIDO UN HONOR CONOCERTE.-

PEPE LASALA dijo...

Hola de nuevo Chela. Desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea te deseamos de corazón Feliz Navidad y próspero Año Nuevo. Un fuerte abrazo.
@Pepe_Lasala

Anónimo dijo...

Querida Chela:
Muchìsimas gracias por tu felicitación y tu envío.Si me necesitas, Mirta tiene mí número.
Felices fiestas!! y que tengamos un próspero año nuevo.
Un beso.
Irene Muiño Río.

Abuela Ciber dijo...

Estimada Chela:

Buena Nochebuena!!!!!

Buena Navidad!!!!

En estas palabras te dejo mi regalo:
Deseando sientas que :
La felicidad no está en encontrar a quien te haga feliz, sino en aprender a traer felicidad a los que te rodean.
Que la felicidad la encuentran las personas que aprenden a vivir sabiamente.
Que establezcas relaciones saludables, pongas límites, aceptes lo bueno y rechaces lo cuestionable.
Que tus pensamientos viajan en los sueños y que sean coloridos
Que aunque estés solo, te sientas siempre acompañado.
Que mires en cada atardecer, la promesa de un mañana.
.Y..... queridos Amigos y Amigas...no dejen de soñar!!!!!!.
Los sueños son algo nuestro que nadie nos puede quitar!!!!!!

Martha

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Raraher dijo...

Ola Chela que teñas un bo nadal.
Apertas

Jorge dijo...

Hola! Ramon Bela era mi padre y me ha emocionado que recordaras su nombre, y el de Nieves Jimeno. Gracias!

Chela dijo...

Jorge Bela:
¡¡¡Que alegría acabo de llevarme!!!
Internet nos está permitiendo renovar contactos perdidos de personas que han significado mucho en nuestras vidas.
La experiencia Fulbright fue algo extraordinario en mi vida a lo que aspiraba pero que creí que no alcanzaría. Mi primer contacto fue con tu padre D. Ramón Bela, y con Dña. Nieves Jimeno, a los que no conocía previamente, personas amabilísimas y eficaces, que fueron quienes me facilitaron todos los trámites e hicieron posible mi acceso a la entrevista con Mr.Ollendorff, impulsor del Programa, quien dio el empuje definitivo a mi selección para la beca. Nunca los olvidaré a los tres.
Un cariñoso abrazo con el respeto, afecto y agradecimiento que sentí por tu padre.