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31 de mayo de 2009

Las tascas. Tabernas. Ir de vinos. Ir de "tazas".









Este post se lo dedico a Manuel José Díaz Vázquez, escritor.







Vino de Ribeiro y empanada.








* Ahora toca prosa.


No esta mal la alternancia, y lo mismo que a una de cal le sigue otra de arena, a una de poesía le sucede otra de prosa. Os dejé muchos días en mi blog, contemplando el mar con unos "haikus" de declaraciones de amor... Pues bien, ahora toca ser más prosaicos e irse de "tasqueo" a "tomar unas tazas".

Ir de tasqueo, "ir de tazas" es algo muy de Galicia, o era antes mucho más que ahora. Las tascas típicas tenían el suelo de piedra, donde se escanciaba el vino de Ribeiro, tinto o blanco, directamente del barril a unas jarras blancas de porcelana o de barro (menos frecuentes) recubiertas de mimbre. El escanciado y el rebosar de las tazas que vertían constantemente al inclinarlas para beber, mojaban el suelo,humedeciéndolo, lo que obligaba a tener que echar serrín de cuando en vez.

Hace poco tiempo (ahora estoy retomando muchas viejas costumbres, lo cual debe ser fruto de la jubilación y de la nostalgia que dan a la edad las vivencias perdidas) que he vuelto a frecuentar las tascas (con preferencias sobre bares, cervecerías, cafeterías o pubs) sobre todo las viejas tascas "enxebres" (típicas) que a modo de reliquia, quedan en la ciudad, en las que degustar un Ribeiro fresco de barril, acompañado de una "tapa" de empanada, queso gallego, chicharrones o simplemente tortilla de patata, popular en todo el territorio patrio.

Siempre me gustaron las tascas, fundamentalmente por sus "parroquianos", (su público") por el desenfado que reina en el ambiente, por el buen humor, la confraternidad que se estila, la heterogeneidad de edades y clases sociales que comparten el espacio en animada charla... Con el tiempo los clientes asiduos establecen amistad entre ellos y todos con los taberneros o taberneras que los atienden.

Recuerdo muchas tascas de Ferrol, donde nací y donde viví mis primeros años de juventud, de Santiago de Compostela, donde estudie, de Coruña, donde vivo desde 1973... La mayoría han desaparecido impulsadas por otras modas y otro tipo de locales en los que prevalece una decoración o bien con formica y neón estandarizados o bien decoradas con pretensiosa sofisticación que luego repercute o se recarga sobre los precios, ahuyentando la consolidación y fidelidad de la clientela.


* "Morriña". Nostalgia de las tascas de Ferrol.


Las tascas que recuerdo con más nostalgia son las de Ferrol, donde la afición al canto de sus moradores y las reconocidas cualidades que tienen para improvisar y sintonizar armoniosamente entre si, gentes que apenas se conocen, les lleva, movidos por la euforia o la nostalgia, a entonar alguna canción, remate que era propicio y frecuente en algunas tascas, a última hora y a puerta cerrada, entre los parroquianos, cuando coincidía que al tabernero le gustaba también la música y permitía a sus clientes disponer de las paredes del local para tener allí depositados sus instrumentos musicales, o si no rápidamente con unas conchas de vieira (que siempre tenían a mano) se iniciaba un "chascarrascas" de acompañamiento. Así, en muchas tascas nacieron entre grupos de amigos y parroquianos auténticas rondallas, todavía vigentes en Ferrol y que tienen su máxima expresión en la "Noche de las Pepitas", víspera del 19 de marzo, en que recorren las calles cantando a las mujeres ferrolanas que celebran su onomástica.

Coincidió que estas semanas pasadas, leí un libro ambientado en Ferrol, titulado "Queso fresco con membrillo", de Manuel José Díaz Vázquez, escritor ferrolano, al que conocí el pasado lunes en el club de lectura que frecuento. Del citado libro voy a tomar unos párrafos sobre lo que acabo de deciros y en lo que coincido con el autor.

Con referencia a las viejas tabernas, mitad tienda mitad tasca, (sitúa la narración en el inicio de la segunda mitad del siglo pasado) las describe así:

"Antesala o prolongaciones de las casas, casinos de los pobres, puntos de reunión social, refugio de maridos dominados por sus mujeres, cavernas de todo tipo de trogloditas, escondite de gente variopinta, eco de noticias...Allí se cantaba, se reía, se reñía, se blasfemaba, se gastaba lo que no se tenia haciendo alardes disparatados; lugar donde se arreglaban asuntos varios, se trapicheaba, se hacia acopio de fuerzas para enfrentarse a la vida con las artifíciales energías que daba el alcohol barato, se olvidaba uno de sí mismo y se perdía, a menudo, la poca dignidad que quedaba, faroleando en exceso: beberse una botella de coñac por una virilidad mal entendida, discusiones estúpidas de matasietes del tres al cuarto... Pero aún así, de este entorno brotaban sentimientos generosos, alegría sincera, leal camaradería, amistades profundas, ayuda desinteresada, dolor compartido, canciones tristes y divertidas..." (pág. 65)Y con relación al gusto y cualidades para el canto de los ferrolanos y ferrolanas, relata más adelante, cuando en la taberna de Enrique el protagonista empieza a cantar, después de "afinar" la garganta con un trago de vino:

"Todos los que allí estaban, las siluetas recortadas en la penumbra, el tabernero Enrique, Antonio, lo secundaron como impulsados por un resorte mágico. Al cantar, cobraban vida como si saliesen de un prolongado letargo; se hacían las voces de primera, la segunda, el bajo, cual si la hubiesen ensayado toda la vida. Lo singular era que un porcentaje muy elevado de habitantes del barrio cantaba bien, sólo de oído experimentado en las tabernas. Los había extraordinarios sin tener ningún conocimiento de solfeo, tanto en el canto como en el tañer y toque de los instrumentos. Si alguien entraba en esos momentos, se unía al coro y seguía la canción en el punto en que se encontrase. Esta afición al canto es propia de ciudades portuarias y militares, y en este caso, con otros aditamentos autóctonos inclinados a la creación y a lo lúdico, dan como resultado un fino sentido musical."(pág.70)



* Mi tasca favorita de Coruña. "La Traída"


No tiene nombre ni rótulo en el exterior, aunque creo que se le conoce por "La Traída". Se ubica en un estrechamiento de la calle Torreiro, en el tramo que media entre la calle Real y la calle Galera. Conocí esta tasca cuando llegue a Coruña en el año 1973 por estar cerca de mi trabajo y frecuentarla de vez en cuando. Luego se convirtió en mi favorita y en la de mi amiga Gelines, ferrolana como yo. Después deje de ir durante muchos años, por diversas circunstancias de ausencia en estos ambientes. Pero como os digo, ahora retomo la costumbre.
Esta emblemática tasca, lleva muchos años regentada por dos hermanas, que se hicieron cargo de la misma al fallecer su padre que era quien mantenía con anterioridad el negocio. Nunca han modificado nada en el establecimiento que subsiste desafiando el tiempo, con el estilo tradicional de barriles y tazas, y con unas tapas de la más rica empanada y queso gallego, amén de los chicharrones, aunque me quedo con lo anterior. Hace poco edificaron en la esquina y creí que iban a tirar este viejo local pero para satisfacción de los parroquianos aún persiste para nuestro disfrute. Estas hermanas le echan mucho coraje y buen hacer. Abren al mediodía (la empanada la ponen casi a las 14 horas, recién hecha y calentita, y con los mejores rellenos. ¡Es buenísima!) y a media tarde hasta una hora prudente.

Os invito a que me acompañéis a tomar "unas tazas" en el interior, un día cualquiera al mediodía.



















"La Traída", en el nº 3 de la Calle Torreiro. Dos macetas a la entrada os pondrán en la pista.



Una de las hermanas, posiblemente preparando alguna tapa.


Escanciando vino fresco del Ribeiro, en la jarra que iba a servirnos.
Encima del barril, tapada con papel, acaba de apoyar una de las empanadas, recién salidas del horno.


Es raro pedir el vino en copa. No se trata de un Ribeiro fresco de barril.






Las paredes están copadas por todo lo que llevan los parroquianos: almanaques, fotos del Deportivo, caricaturas, carteles de fiestas locales de Coruña...


Un cartel de turismo de Galicia, acorde con el ambiente y con la tradición.







Caricatura del Lendoiro, presidente del Deportivo,

club de fútbol.












El público fluye y cambia constantemente. Las tazas se toman también como un paréntesis entre las compras. ¡Está tan céntrica esta tasca!



Mientras el bebé descansa en la silla sus padres reponen fuerzas con empanada, chicharrones...



Mis amigos... 



José, Lupe. Gelines (mi amiga de Ferrol desde la adolescencia) y Miguel Angel.


A José, Lupe y Miguel Angel, los conocimos Gelines y yo hace poco, en las excursiones que hacemos con los "Amigos de los Museos de Galicia".




¡Nos encanta venir a esta tasca! La consideramos también un "museo", vivo, que conserva antiguas costumbres.



* Y ahora...

¿Quereis escuchar a la Rondalla Añoranzas de  Ferrol (una de las muchas que existen en la Ciudad) en una canción titulada "Añoranzas de Esteiro", barrio de Ferrol en el que se desenvuelve la vida de los protagonistas del libro "Queso fresco con membrillo"?






Libro referenciado: "Queso freso con membrillo". Autor: Manuel José Díaz Vázquez.
Ediciones Atlantis. Narrativa. Primera edición. noviembre de 2006.


Puede adquirirse en: Central Librera de Ferrol.Reseña: Este libro es la primera publicación de su autor, hombre de trato amable y asequible, nacido en Ferrol en 1960 y titulado en Filosofía. Consta el libro de 117 páginas, de fácil lectura, en las que se nos narra , de forma entrañable, las relaciones entre "Mazico" y su nieto, además de otros personajes, testigos a su vez del ambiente de un barrio de clases obreras y populares, donde las tabernas son punto frecuente de reunión e intercambio de anécdotas y experiencias. Dentro de una indiscutible calidad literaria, se suceden relatos llenos de nostalgia y ternura, no exentos de humor. Es un libro para los que les gusta recordar su Ciudad y, en general, el ambiente de una época de postguerra. Ha sido un placer leerlo y conocer a su autor.

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Anexo. Actualización. 3 de julio 2009

Hoy estuve con mi amiga Rosa (bloguera como yo, de la que ya os hablé en otras ocasiones) y fuimos a "La Traída", mi tasca favorita de Coruña, a tomar unas tazas de Ribeiro y empanada de sardinas. Me llevé un disgusto cuando las dos hermanas que atienden el negocio, Sisa y Mari Carmen, me contaron que los propietarios del local les han instado a dejarlo para poder hacer pisos, dándoles el plazo de un año para abandonarlo.

Sin entrar en temas legales, ni de rentas de alquiler, ni de especulación o presión, o de si tendrán o no derecho a volver a ocupar el bajo con el mismo negocio, encuentro que sería una más de las muchas pérdidas irreparables que de lugares emblemáticos se producen en la Ciudad.

Os dejo un enlace a la noticia que sobre ello ha aparecido anteayer en el diario "La Opinión".

Podeis verla aquí.


Anexo. Actualización .mayo 2010.
La Traida cierra sus puertas. Noticia aparecida en La Voz de Galicia
enlace:
http://www.lavozdegalicia.es/coruna/2010/05/30/0003_8517383.htm


Anexo: 23 de mayo, 2012
He descubierto en el blog "Música y vino", y en su página publicada sobre "La Traída", el  5 de junio de 2010, de Alfredo Webmaster, copia prácticamente la totalidad de las fotos de esta página, y de las cuales soy autora, sin hacer mención alguna a su procedencia. Esto es como algunos utilizan el trabajo ajeno. Le he dejado mensajes en su blog pidiéndole indique la fuente de las fotos pero ni publica el comentario ni tiene la cortesía de rectificar.



12 de mayo de 2009

Galicia. La mar, el mar...

HaikusPunta Bufadoiro. Mera. 10-05-09




En Cabo Touriñan (Muxia). 12-04-09

¡mi amada mar!
son para ti mis flores.
!mi mar amada!

(haiku. Chela)

* * *
¡mi mar amado!
es siempre primavera,
amor contigo.

(haiku. Chela)



el mar, la mar...



Finisterre


en Finisterre,
besa el cielo a la mar,
¡beso infinito!

(haiku. Chela)




6 de mayo de 2009

Rafal Blechacz. El "heredero" de Chopin












UN JOVEN PIANISTA CON TALENTO








* Sorprendida por un genio:


No se si alguna vez os he comentado que estoy abonada, a los conciertos que la Orquesta Sinfónica de Galicia celebra en el Palacio de la Ópera, cada temporada de otoño, invierno y primavera. Hay conciertos muy buenos pero nunca os doy cuenta de ellos porque pienso que no tendrían mucho interés ya que es algo habitual en muchas ciudades. Tan solo os he comentado, en alguna ocasión, sobre algún intérprete, de distintas modalidades musicales, que han llamado mi atención y que me resulta excepcional escucharlos en mi ciudad.

No obstante, en el concierto del pasado día 1 de este mes, que clausuraba la temporada de primavera, me vi gratamente sorprendida por un joven pianista, que junto a la Orquesta Sinfónica, interpretó magistralmente el concierto nº 2 de Saint-Saëns, recibiendo una gran y entusiasta ovación por parte del público asistente. Tuvimos la suerte además que nos brindó, de propina, unos preludios de Chopín, totalmente inspirados y ejecutados con delicadeza y sentimiento, amén de la técnica, según comentario de críticos y entendidos.

Sus manos sobre el teclado son como dos palomas blancas, que o bien se posan sobre el mismo con suavidad exquisita para arrancar sutiles notas, o se precipitan en alegre y rápido aleteo, para conseguir un brío inusitado.






















* Rafal Blechacz


Este excelente pianista, que yo no había conocido hasta la semana pasada, figura actualmente en todo el mundo, como un cualificado y cotizado concertista, demostrando su virtuosismo tanto en las principales capitales europeas, como americanas y asiáticas. Rafal Blechacz nació en Polonia en el año 1985, así que todavía no ha cumplido ni un cuarto de siglo. Desde la temprana edad de cinco años comenzó a recibir clases de piano y pronto también empezó a ser considerado como alumno destacado, obteniendo importantes premios en concursos y certámenes internacionales, celebrados en diferentes continentes, pero lo que verdaderamente le abrió las puertas de la fama y de las salas de conciertos más prestigiosas del mundo, fue el haber no solo conseguido el primer premio en la quince edición, año 2005, del Concurso Internacional de Piano, Federico Chopin, de Varsovia, sino haber conseguido también el primer premio en la totalidad de las cinco modalidades que conforman el mismo. Fue el segundo polaco en obtener este premio, después del celebre pianista (considerado actualmente como el número uno) Krystian Zimerman, que lo ganó en 1975, cuando contaba 19 años de edad.

Ahora que he efectuado bastantes consultas sobre Rafal Blechacz, descubro mucha información sobre este artista, para el que los críticos siempre tienen elogiosos adjetivos hacia sus cualidades técnicas y su forma de interpretar, no solo a Chopin, del que es un fiel exponente, sino también de Schuman, Liszt, Debussy, Szymanowski y otros. Todos coinciden en que es un placer escucharle, por su expresividad y la atmósfera emotiva que consigue, por el toque cuidadoso y la naturalidad del movimiento de sus manos
, capaces de superar cualquier dificultad técnica de interpretación...

Yo no soy entendida, ya os lo dije en otra ocasión, no conozco ni las notas musicales, ¡de verdad!, pero cuando siento algo muy especial al escuchar un intérprete, coincide luego que es alguien muy valorado por la critica y por el público.

Rafal Blechacz tiene ya varias grabaciones, teniendo últimamente, un contrato en exclusiva para la firma Deutsche Grammophon Gellellschaft.

Después de la presentación de este artista, al que celebro haber escuchado en directo, y al que dado su talento y juventud se le augura una espléndida carrera, creo que lo mejor es dejaros algún vídeo de sus interpretaciones, con la recomendación de que observéis sus maravillosas manos, parecen alas.

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Nota: Las fotos son de Internet.
Vídeo, efectuado por la televisión polaca, en 2005, cuando ganó el primer premio del Concurso Chopin, en Varsovia. Interpreta el Waltz Op. 64. nº 2, de Chopin. Tendréis que escuchar primero minuto y medio de los aplausos con que es recibido en el escenario. ¡Pero compensa!




Vídeo. Si os ha gustado el anterior y tenéis tiempo y ganar de escuchar de nuevo a Rafal Blechacz os seleccioné del mismo día del anterior debut, su interpretación de la conocida Polonaise Op. 53, también de Chopin, y que para escucharla tendréis igualmente que esperar mas de un minuto de presentación y aplausos al inicio de la grabación. Al terminar el vídeo no se oyen aplausos porque es una pausa para continuar su turno de interpretaciones.




Espero que os haya gustado, sobre todo a los que amáis el piano y a Chopin.